Los consejos más comunes que se suelen recibir sobre la crianza se enfocan más en el comportamiento que en las necesidades innatas de los niños y niñas. Un gran número de métodos se centran en las conductas y en la manera en como los adultos debería de actuar. Algunos de estos métodos incluyen el castigo, ya sea bajo la palabra consecuencia.
Enfocarse en el comportamiento no es garantía de éxito, de hecho, mayormente no funciona, sino que empeora la situación.
Uno de los temas que preocupan a las familias es la pelea entre hermanos, que te invito a investigar soluciones aquí.
¿Qué nos indican las rabietas?
Me gusta transmitir que las rabietas es un modelo de comunicación que utilizamos en mayormente durante el periodo de la infancia, es decir, que a través de las rabietas queremos explicar algo. Aparecen a cualquier edad.
A nivel profundo, pero simple, las rabietas nos están informando de que en la conexión entre cerebro, sistema nervioso y sistema emocional, hay una sobrecarga de tensión.
Cuando nos tensamos, nos estresamos y nuestros niveles de ansiedad se disparan. Esto es una rabieta.
La conducta, ¿es importante?
De primeras mi respuesta es no.
La conducta nos está dando una información sobre el estado interno de nuestros hij@s. Nos da una guía de cómo está siendo esa conexión entre cerebro, sistema nervioso y sistema emocional. Nos anuncia que cantidad de tensión tiene el peque.
¿Qué puedes hacer?
Primeramente, observar que más allá de la conducta que ves está sucediendo una experiencia en el interior de tu hij@ que le produce un cierto nivel de tensión que lo explica a través de la propia conducta.
Segundo, es centrarte en esa experiencia interior de tu hij@ y desde ese punto iniciar el acompañamiento para cubrir las necesidades innatas que tu peque manifiesta.
No te enfoques en eliminar los comportamientos, sino en averiguar el mundo interno que está viviendo tu peque para poderle comprender y acompañar de forma creativa y respetuosa.
Gracias por cuidar de tu hij@ y de ti. Gracias por leerme y estar aquí.