WSP

+34661385460

Correo electrónico

info@educandodeformasimple.com

Horario

Lun - Vie: 9AM - 19PM

Resolver conflictos puede ser un desafío, especialmente cuando estamos nerviosos y el sistema emocional se dispara. Todos hemos tenido esos momentos en que sentimos que la paciencia se nos escapa y los gritos parecen la única salida. Pero, si te detienes a pensarlo, ¿alguna vez un grito ha traído paz o solución? La respuesta seguramente es no.  Resolver conflictos con nuestros hijos no siempre es fácil, pero hacerlo desde el amor y la comprensión puede cambiarlo todo. He de transmitirte que sí es posible manejar estas situaciones sin recurrir a gritos o castigos, fomentando una comunicación respetuosa y constructiva.

En este artículo, te comparto 5 pasos prácticos basados en la Educación Respetuosa Creativa para transformar los conflictos en oportunidades de aprendizaje y conexión, que durante estos últimos 20 años han ayudando a madres, padres y profesionales a dejar atrás los gritos y construir relaciones más profundas y respetuosas.

  1. Respira antes de reaccionar y mantén la calma: El primer paso para resolver un conflicto sin gritos es mantener la calma. Como adultos, somos el modelo a seguir de nuestros hijos. En medio de un conflicto, tu mente quiere actuar rápido. Pero detenerte por un momento puede marcar la diferencia:
  • Respira profundamente antes de responder.
  • Tómate 5 segundos para procesar lo que está ocurriendo.
  • Reconoce tus emociones con frases como: «Me siento frustrado, pero puedo manejar esto con tranquilidad.»

2. Escucha con el corazón abierto Detrás del llanto, la rabieta o el «No quiero hacerlo» hay una necesidad no expresada. Pregúntate: ¿Qué me está queriendo decir mi hijo realmente? Esto no solo te ayudará a comprender mejor la situación, sino que también les enseñará a que su voz es importante:

    • Baja a su altura, míralo a los ojos y di: «Estoy aquí para escucharte. Cuéntame qué está pasando.»
    • Evita interrumpir y valida sus emociones con frases como: «Entiendo que esto te está molestando mucho.»

    3. Habla como quieres que te hablen Piensa en una discusión con un adulto. Si alguien te hablara de manera agresiva, ¿te sentirías dispuesto a colaborar? Con los niños pasa igual.

    • Usa un tono de voz tranquilo y firme a la vez.
    • Cambia frases como «Siempre haces esto mal» por «¿Cómo podemos hacerlo mejor la próxima vez?»

    4. Busca soluciones juntos Cuando involucramos a los niños en la solución de los problemas, les damos herramientas para resolver conflictos por sí mismos.

    • Pregúntales: «¿Qué podemos hacer para que esto no vuelva a pasarnos?»
    • Dale opciones simples para elegir: «¿Prefieres recoger los juguetes ahora o en 5 minutos?»

    5. Cierra con un gesto de amor y reconecta: Cuando el conflicto termina, dedica unos minutos a sanar la relación.

    • Dales un abrazo y di algo como: «Gracias por resolver esto conmigo.»
    • Comparte un momento agradable: leer un cuento, dibujar juntos o simplemente hablar.

    Anota en tu libreta verde: La crianza no se trata de ser perfectos; se trata de mejorar cada día un poquito más. Resolver conflictos familiares sin gritos es un proceso que requiere práctica y paciencia, pero los resultados valen la pena. No solo mejorará la calidad de tu relación con tus hijos, sino que también les enseñará habilidades fundamentales para la vida. Si hoy sentiste que perdiste el control, discúlpate y empieza de nuevo. Cada minuto es una nueva oportunidad para conectar, escuchar, amar y sanar.

    Joanna Coronado

    Artículos recomendados

    Dejar un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *