¡Muy buenas amada y amado lector de Educando de Forma Simple! Hoy navegamos en un tema demasiado interesante como para no tratarlo, ¿no crees?
El mayor número de conflictos surge de esta manera:
- Le pides algo a tu hij@, no obedece o incluso ni te escucha y ¡PUM! aparece el conflicto
- Tu hij@ te pide algo, le dices que no o no entiendes lo que te dice y ¡PUM, PUM! explota el conflicto
¿Te suenan estas situaciones? ¿Has vivido alguna vez estos conflictos? ¿Son frecuentes? Decirte que estos son la gran parte de situaciones conflictivas que se producen dentro del hogar, y también fuera.
¡Es que te lo he pedido mil veces!
Mmmmm… ¿Qué te parece esto? ¿Te resuena también ésta vivencia?
Es una de las frases que más escucho cuando observo a las familias, e incluso es una de las frases que más me confiesan los adolescentes y jóvenes que recuerdan de sus padres.
¿Es necesario tener que repetir hasta el agotamiento las cosas para que tu hij@ te atienda?
Decirte que la función de Educar a tu hij@ es una labor gigante que requiere de dosis elevadas de herramientas que te ayuden a tener un vínculo extraordinario con tu hij@, ya que esto tiene grandes beneficios a la hora de ponerse de acuerdo sin la necesidad de conflictos innecesarios.
Si sueles decir «¡es que te lo he pedido mil veces!, es probable que estés en un bucle agotador. Así que este artículo es perfecto para ti y totalmente te recomiendo mi programa estrella: Educar con Respeto; Los 4TE para resolver conflictos y establecer Límites sin Limitaciones.
Cuando pides las cosas mil veces y tu hij@ sigue sin hacerte caso, se puede decir que tu petición ha fracasado. Puedo decirte que seguir pidiendo mil veces más, de la misma forma en que lo haces, no arreglará las cosas. Las empeorará y el vínculo irá a peor. Es muy probable que tu hij@ termine respondiendo: «No lo sé» o «No me he enterado» o «eso no me lo has dicho» en la mayoría de ocasiones.
¡Debes cambiar de estrategia! Mi propuesta es utilizar la comunicación constructiva que desarrollo ampliamente en mi programa estrella. Se trata de modificar la manera en cómo te relacionas y ante todo reconocer la necesidad que tienes cuando le pides algo a tu hij@ junto a la necesidad que él o ella tiene también.
Tu hij@ necesita que seas concret@
Antes de nada deseo compartirte mi experiencia y un punto importante que he observado a lo largo de estos años ayudando a familias a resolver sus conflictos. La mayorías de famílias desconoce el comportamiento infantil. Decirte que la mayoría de veces se confunde desobediencia con malentendido. Te digo esto porque al trabajar con la familias me he dado cuenta de que la forma en cómo los padres hablan a sus hij@s es incompresible para los niños. Porque los hij@s están en pleno desarrollo y no tienen la experiencia que si tienen los adultos, esto hace que entiendan de forma muy distinta las palabras y expresiones que al adulto le parecen habituales o incluso obvias de entender. Cuando se trata de Educar a tu hij@, las obviedades no te van a ser útiles.
En todas las ocasiones ofrezco a las famílias un conocimiento sencillo sobre el cerebro y sus etapas de los 0 a los 21 años, incluso hasta los 28.
No es lo mismo decir: ¿Podrías ayudarme más? a decir:
- Amor, cuando termines de desayunar trae tu taza a la cocina
- Veo que has terminado. ¿Donde has de llevar tu taza?
- ¿Qué vas a hacer con tu taza cuando termines de desayunar?
Expresa lo que si quieres que haga tu hijo
Otra observación es que los padres están acostumbrados a pedir las cosas en negativo. No grites, no corras, no pegues. Esto crea un abuso de la negación y prohibición, el «No» acaba perdiendo fuerza y su verdadero sentido, y cuando verdaderamente lo necesites, no hará efecto y desencadenará un conflicto
¿Cómo decir NO sin utilizar el NO?
¡Temazo!, ¿no crees?
Es uno de los temas que trato siempre en mis programas para familias, mentorías y conferencias. ¡Te cambia la vida! Aprender esta parte de la comunicación constructiva, marca una antes y un después altamente favorable en la relación con tu hij@
¿Te suena este ejercicio propuesto por el lingüista cognitivo George Lakoff (Lakoff, 2016)?
No pienses en un elefante rosa
George Lakoff
Lo más probable es que hayas visualizado un elefante rosa. Pues eso es lo que le ocurre a tu hij@ cada vez que utilizas el no de forma incorrecta.
En la Comunicación Constructiva decimos:
- En vez de «No te muevas» … decimos: «Relaja tu cuerpo»
- En vez de «No grites» …. decimos: «Háblame suave»
- En vez de «No comas más chocolate» … decimos «Guardamos el chocolate en su caja»
Utilizar el no de forma incorrecta confunde a tu hij@ y le limita sus alternativas o capacidades de actuar de otras formas. Yo lo describo de esta manera: El uso incorrecto de pantallas anula la parte pre-fontal del cerebro. Esta zona es vital para un buen número de cosas, entre ellas la capacidad de resolver conflictos y crear diversas opciones resolutivas. Pues bien, cada vez que utilizas el NO de forma incorrecta la parte pre-fontal del cerebro de tu hij@ reacciona de la misma manera que las pantallas.
Si te nace el impulso de frenar estos NOES y aprender cómo decir NO sin utilizar el NO, estaré encantada de que te unas a: Educar con Respeto: Los 4TE para resolver conflictos y establecer Límites sin limitaciones.
Estas frases no funcionan:
- A partir de hoy tendrás tu habitación recogida
- Desde ahora harás tus deberes al llegar del cole
- A partir de mañana te encargarás de coger tu desayuno
- Cada día recogerás tus juguetes
- Desde ya te vestirás sol@
Siempre es un placer dedicar unas horas de mi vida a escribirte y ayudarte a subir un peldaño más en tu faceta como padre, madre o maestr@
Nos leemos en el próximo artículo. Estoy encantada cada vez que me dejas un mensajito en comentarios del artículo. GRACIAS INFINITAS